Sambuca con mosca: el toque de magia del café

No se sabe a ciencia cierta cuándo comenzó la costumbre de ser sambuca con mosca, de hecho, hay leyendas que lo atribuyen a una anécdota ocurrida en plena filmación de una película de Federico Fellini, lo que sería perfecto porque realmente la combinación de sambuca y café es un disfrute digno de “la dolce vita”.

Lo cierto es que es una idea exquisita y muy sencilla: basta con agregar uno o dos granos de café al vaso de sambuca al momento de servir. Lo que se busca es el contraste del dulzor especiado del licor con el velo amargo del grano de café tostado. Lo demás es el disfrute que siempre hay en torno a este icono de la sobremesa.

Por cierto, del sambuca con mosca parte una de sus variaciones más célebres, la de agregar no dos sino siete granos de café que simbolizan, según cuentan algunas historias locales, las siete colinas de Roma, y se flambea brevemente en el propio vaso.

¿Quieres saber si el mesonero o el bartender que te atiende es un veterano y conocedor del buen beber? ¡Pide un sambuca con mosca y  observa su reacción!

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