No. 1 Pernil asado con hierbas. Cuando la base grasa del pernil entra en contacto con las hierbas y se cocina lentamente, los sabores se concentran y se necesita de un vino que tenga algo de potencia sin ser estridente y de buena acidez para limpiar el paladar y pocos vinos cumplen su cometido como un buen malbec, siempre y cuando no tenga ese perfil de los más jóvenes y golosos. Altitud de Bodega Andeluna es una muy buena opción.

No. 2 Sardinas fritas. Este popular pescado muchas veces no es considerado como se debe dentro de la cocina y al momento de encontrar un vino apropiado, a pesar de que es versátil, delicioso y tiene un carácter graso que hace divertido encontrarle maridaje. Fritas y crujientes merecen un malbec jovial que aporte notas de las frutas rojas e incluso café o chocolate como Postales del Fin del Mundo de Bodega del Fin Mundo.

No. 3 Pasta al pesto. El sabor untuoso y concentrado, aparte del perfume de esta famosa salsa para pastas nos anticipa que se requiere un vino que pueda acompañarla. ¿Irías por un vino blanco? Si lo selecciones bien podría ser pero un malbec en el que brille la fruta y donde la acidez sea nítida termina por ser una combinación sorprendente. El 1300 de Bodega Andeluna es una exquisita opción para este plato.

No. 4 Hamburguesa gourmet. Una hamburguesa bien elaborada, con una carne con un buen toque de grasa de tocineta o tocino, en un pan con un punto de dulce como el brioche y salsas como la BBQ pueden ser perfectos para un malbec y, lo mejor, a medida que combinas con ingredientes puedes explorar diferentes tipos de vino. Con las versiones más simples (carne, tomate, lechuga, queso y salsas) prueba malbec jóvenes como el Ventus de Bodega del Fin del Mundo, pero si te gustan las cebollas caramelizadas o los champiñones, así como carnes molidas de sabor más intenso que la res como el cordero o el pato puedes disfrutar un Reserva de Bodega del Fin del Mundo para que saborees una experiencia sofisticada y exquisita.