En medio del Valle de Uco, una de las zonas boutique de Mendoza se encuentra esta bodega que en sus líneas 1300, Altitud y Pasionado, todas presentes en Venezuela gracias a Alimentos Fusari, ofrece una mirada diferente del vino argentino y aquí te contamos parte de sus secretos

Suelos. Con una altitud de más de 1300 metros, los viñedos de Andeluna aparte de un clima perfecto para la intensa maduración de la fruta cuenta con los suelos de Gualtallary, nombre del enclave donde se ubican y que se ha convertido en sinónimo de grandes vinos durante los últimos años. Una mezcla de piedra y caliza son la base perfecta para que la interacción con las raíces de la vid produzcan vinos complejos y memorables. Una prueba de que el gran vino nace en el viñedo y no en la bodega.

Levaduras salvajes. El uso de levaduras comerciales para la elaboración del vino se ha convertido en una práctica extendida en el mundo del vino que permite dar al producto ciertos matices en sus aromas y sabores que no lograría de forma natural. En Andeluna la apuesta es fuerte por utilizar únicamente las levaduras indígenas lo cual evita que se tengan que añadir elementos adicionales al vino a la par que desarrolla aromas contundentes y seductores.

Hans Vinding-Diers. Al equipo que dirige el enólogo Manuel González y que en su momento ha contado con la participación del gurú francés Michel Rolland se suma el enólogo danés Hans Vinding-Diers de amplia experiencia en regiones que van de la clásica Brunello di Montalcino a Sudáfrica y que llega, tras su experiencia previa en Argentina en las bodegas Noemia y Chacra, para afinar todavía más estos vinos y lograr que revelen en cada copa el privilegiado terroir del que proceden.