Rioja es tierra de tintos, la patria del tempranillo pero ¿sabías que también tiene blancos exquisitos? Aquí te contamos algunos detalles de esta otra cara de la región

No. 1 Variedades. Originalmente únicamente podían elaborarse vinos blancos en Rioja con las variedades autóctonas viura, malvasía y garnacha blanca. Sin embargo, en 2007, el Consejo Regulador de la Denominación de Origen admitió seis variedades más, tres autóctonas -maturana blanca, turruntés y tempranillo blanco- y tres foráneas -verdejo, sauvignon blanc y chardonnay-, para un total de nueve variedades.

No. 2 ¿Por qué se conocen relativamente poco? Con la excepción de algunas bodegas, la mayoría cuando quería agregar un blanco a su portafolio terminaba por emigrar a otras regiones españolas en particular Rueda donde se elaboran con la variedad verdejo o Rías Baixas en Galicia, la tierra del albariño.

No. 3 La moda del vino blanco. Ahora es rara la bodega que no elabore un vino blanco en Rioja y se exploran varios estilos. Desde los frescos listos para tomar de buena acidez hasta los fermentados y/o críados en madera con más cuerpo y que a las notas de cítricos y vegetales suman notas de vainilla y lácteos. Después de todo, durante el 2015, los blancos de Rioja experimentaron un crecimiento de ventas del 16,3% en España, mientras que en el ámbito mundial el crecimiento fue de 13,67% para un total de 16,88 millones de litros de vino blanco vendido, de forma que hay una clara tendencia: ahora cuando la gente pide un Rioja, no necesariamente piensa en un tinto.

Beronia viura, delicado blanco con notas de cítricos y flores y exquisita acidez, está presente en Venezuela gracias a Alimentos Fusari.